¿Algunos de mis lectores ha pensado en decirle adiós a un cliente?
Deshacerse de un cliente parece una anomalía. Sin embargo, cada vez más se está convirtiendo en una opción estratégica para muchas organizaciones.
El daño colateral de decir adiós a algunos clientes puede ser tan alto como hacerles un favor involuntario a sus competidores.
Antes de decir adiós o despedir a un cliente es recomendable analizar 5 etapas:
1) Reevalúe la situación actual con el cliente
Revisar el contexto actual entre el cliente – empresa sin tomar en cuenta la rentabilidad.
Ser muy objetivo en las necesidades del cliente, ¿ha cambiado sus necesidades desde que lo conocimos? O por lo contrario, ¿la empresa ya está tomando otro enfoque o target?
2) Capacite a sus clientes
Es muy probable si tenemos un cliente muy preguntón, que siempre tiene dudas en los procesos quizá el problema sea que no se le ha capacitado bien y no conoce todos los procesos, servicios o hasta los nuevos productos.
Con una buena capacitación el cliente se sentirá más a gusto, lo mismo que el personal que lo atiende.
Hay herramientas avanzadas “intra net” que el mismo cliente se podrá capacitar en líneas.
3) Renegocie
Después que evaluó y educo al cliente existe el esquema de ponderar un status que al cliente por sus movimientos o tamaño puede sentirse más atendido.
Finalmente lo que quiere el cliente es mejor servicio aun con una estrategia diferenciada de precios.
Recuerde “no hay cliente pequeño”
4) Dele alternativas a sus clientes
Las empresas pueden mover a sus clientes hacia otros canales, formas de pago o incluso, a otras subsidiarias u otros proveedores.
Persuadir es la clave.
5) Termine la relación con el cliente
Si después de plantear o probar estas 4 etapas y no hay forma de cómo seguir haciendo negocios de manera que ofrezcan suficiente valor para ambas partes, termina la relación.
La noticia no deberá ser por escrito y tendrá que ser con suficiente tiempo de anticipación, evitando que el daño sea menor.
Algunos instrumentos como un contrato podía ser una forma legal de terminación o renovación.
Los clientes son importantes y cuesta mucho traerlos así que “reflexione” antes de decir adiós a un cliente.
Luis Gerardo Inman Peraldi
19/05/09
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