Ayer invite a uno de los miembros
del Consejo consultivo de mi empresa a las nuevas instalaciones de la fábrica.
Después de recorrer las diferentes
áreas de producción le mostré el showroom, un salón donde estarán físicamente
los productos que se fabrican en un ambiente acorde a la recreación.
Le comente que en este año iniciamos
en un proyecto de innovación tecnológica que consiste en generación de energía cinética
a través del movimiento que se genera al hacer ejercicio en un ejercitados al
aire libre, dando como resultado que esta energía se transforme en energía eléctrica
que produce motivadores visuales y después de mostrar las nuevas oficinas, me
dio sus comentarios; los cuales fueron muy halagadores para la compañía y el
equipo de trabajo.
Dentro de su óptica de consejero me
dio algunas sugerencias, diciéndome: Existe una tradición en medio Oriente y
Asia que las personas entre otros rituales, antes de entrar a una mezquita se
lavan los pies y los brazos, esto significa quitar el polvo de las
extremidades, eliminar el polvo del camino para poder ingresar al recinto
sagrado ya limpio.
Aterrizando este mensaje a la parte
empresarial mi estimado lector, significa que: Cuando realices algún cambio de
lugar físicamente ya sea por remodelación, por cambio de imagen, más aun por
iniciar una nueva etapa, es necesario desprenderse de los malos hábitos
administrativos, y de las malas costumbres, como:
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o modificar procesos que no van con la filosofía de la empresa
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comentarios negativos que pueden llegar a confusión; si es o no es verdad el
comentario, lo que importa es saber si vale la pena
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la palabra “no se puede”
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el hábito de retener información
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el orgullo de no ceder ante un error reconocido. Cuando una persona dice “lo
siento mucho”, gana aliados y más que eso gana compañeros
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condenar, criticar y quejarse
Así que Sra. y Sr. Empresario,
debemos des-aprender los malos hábitos para poder crear un buen hábito.
Luis
Gerardo Inman Peraldi
18/03/2014