De la Mitología Griega sale la
leyenda de Pigmalión, escultor que se caracterizaba por hacer esculturas
perfectas, una de ellas fue en forma de mujer y la hizo tan perfecta que se
enamora de ella; Pigmalión pidió a la Diosa Afrodita que interfiriera en darle
vida a esa estatua, se lo concedió, y Pigmalión ¡se enamoró más! Y fue su
compañera de vida, Galatea, con ese nombre la bautizó.
A partir de este mito se han
hecho diversos estudios de como el efecto
Pigmalión incide en una persona y logra
influir positiva o negativamente sobre otras, dando como resultado en
convertir las personas en una nueva, mejorando o empeorando los aspectos
determinados a la motivación o desmotivación personal.
Un ejemplo del efecto Pigmalión fue en la familia Hernández, en
Michoacán en los años 70´s.
Jornaleros de oficio, los llevaron a California a trabajar en el campo,
así que su condición de vida no era del todo buena; uno de los hijos, José,
desde niño le comento a su papa que quería ser astronauta.
Lo que pensó José desde niño, hizo todo lo posible para lograrlo.
Pieza fundamental para el logro de José fue su papa, quién le cuestionó
una vez sabido el objetivo de vida de su hijo; ¿sabes dónde estás y que tan
lejos estas para llegar a esa meta?
Aquí se da el primer efecto Pigmalión, ya que el Sr. Hernández le ayudo
a hacer una ruta para llegar a esta meta.
Pasaron los años, José logró
quedarse a estudiar en los Estados Unidos de América.
Con esfuerzo y perseverancia, consiguió terminar la Carrera de
Ingeniería y presentó sus papeles ante la NASA.
Le pidieron más estudios de Postgrado, los concluyó, después le
pidieron que se certificara como buzo, también lo logro. También le pidieron
que se certificara como Piloto de Aviones.
Bueno, lo que le pidieran lo cumplió, hasta que regreso a la NASA, pasó
las pruebas ante cientos de aspirantes para viajar en el espacio; durante dos años se entrenó
física y mentalmente para estar en el vuelo que lo llevaría al espacio.
Nos queda claro que el efecto Pigmalión está en la vida de José
Hernández, creyó en su proyecto, ¡hizo
todo para lograr ser el primer Astronauta mexicano de corazón!
Sra. Y Sr. Empresario, el efecto Pigmalión aplíquelo con el personal
de su Empresa, si les pide que realicen algo, ellos ¡se esforzarán para
lograrlo!
Casi siempre obtendrá lo mejor de la gente.
Luis Gerardo Inman Peraldi
24/03/2015