“No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el
poder”
- Benjamin Franklin
Al paso de los años, desde que empecé como empresario he
cometido muchos errores en contra del tema de la salud, desde los más
habituales como:
- No tengo tiempo para comer, mejor ceno temprano
- Con tantos viajes no he podido hacer la dieta
- Con tanto trabajo, no me da tiempo de hacer ejercicio.
- ¿Vegetales? ¿sopa de verduras? ¿frutas? ¿Cuántas veces le dije “no” a mi mamá y después a mi esposa?
- ¿Si le entro a dos tacos más en la cena?, al cabo que llegando me tomo una cucharadita de bicarbonato de sodio.
- Cuando tenía eventos en cuestiones camarales no tomaba agua, para no levantarme al baño!
Fue uno de los tantos avisos que mi cuerpo me ha dado para que los escuche, los pueda interpretar y desde luego, hacerle caso:
- Modificar mi dieta
- Hacer ejercicio
- Y ser menos intenso
Obviamente mi cuerpo me cobró estos padecimientos por una
razón somática, que se refiere al cuerpo, pero también hay trastornos peores,
que son más difíciles de escuchar, son
las enfermedades que van más allá de lo físico, son malestares emocionales que
dañan el alma, el espíritu, nuestro verdadero ser.
¡El punto es: Cuida tu salud!
Y monitorear por lo menos una vez al año con análisis
clínicos tu estado de tu salud.
Importante es revisar los antecedentes de nuestros padres y
abuelos, si hay un padecimiento genético hereditario; con más razón debes
regular tu ingesta y actividades, has ejercicio y sobre todo ve con tu médico
para que monitoree con más énfasis estos puntos críticos.
Escuchamos que al amigo le dio un infarto y no reaccionamos,
solo decimos, “uf que bueno que salió bien”, la enfermedad no respeta posición
económica, educación, no respeta nada. Cabe mencionar la reflexión tan profunda
que escribió en sus últimos días Steve Jobs
concluyendo con esta pregunta:
¿Cuál es la cama más cara?
La del hospital
Sr. Y Sra. Empresario, no dude en contratar un seguro de
gastos médicos, es un gran esfuerzo lo reconozco y lo mejor es no usarlo, pero
sin un seguro de gastos médicos ante una enfermedad delicada puede ser un
descalabro para su empresa.