Hace tiempo se escuchaba entre los empresarios las siguientes frases:
“Negocio que no da para robar, no es negocio”.
Desafortunadamente, este tipo de prácticas son llevadas a cabo muchas veces por colaboradores cercanos de tu empresa sin que tú te des cuenta. Personas que se han ganado nuestra confianza y buscan obtener un beneficio extra, substrayendo herramientas, materia prima, producto terminado, etc.
Con el paso del tiempo, y tras vivir muchos episodios en la empresa de robo a todos los niveles, entendí que un buen candado, es encontrar y desarrollar a una persona que sea tu segundo a bordo para que con el tiempo formes un equipo administrativo creando en conjunto procesos, políticas y procedimientos que disminuyan estas acciones.
Conforme tu empresa vaya creciendo, te darás cuenta de que requieres mayor control, y esta palabra mi querido empresario: CONTROL, es uno de los aspectos más importantes en los que debes mantener el foco.
Tener control en tu operación y asignar
diferentes responsabilidades administrativas, te ayuda a que al cierre de mes
puedas cuadrar las cuentas.
Estas acciones minimizarán el riesgo y
acelerarán un crecimiento sano a través de operaciones aisladas y que solo tu
puedas cruzar.