¿Usted directivo, gerente, director, supervisor, jefe es de los que se creen “superhéroes” que todo quieren resolver y solo delega por necesidad, cuando se ha acumulado tanto trabajo que le resulta imposible hacerlo solo?
O usted es de los directivos que dicen “Aquí no se mueve nada si no estoy yo”.
U otros jefes que dicen: “No puedo dejar mi negocio, si yo no estoy no funciona”
¿Ud. prefiere concentrar el poder para la toma de todas las decisiones o facultar a su gente para que lo haga?
El delegar, el empowerment o facultamiento es una habilidad esencial para un líder, pues le ayuda a desarrollar al personal bajo su mando y obtener resultados positivos; pero, sobre todo, equipos de trabajo bien cohesionados e identificados cada uno con su misión.
Brindar empowerment al personal implica darle libertad para actuar y tomar decisiones, así como hacerlo responsable de los resultados alcanzados.
De otra manera los jefes que no delegan trabajan mucho y muchas horas y obligan a su gente a trabajar en la planta u oficina con ellos, aun sábados y domingos.
El facultamiento implica transferirle poder al personal bajo su mando para que, de acuerdo a las responsabilidades asignadas, tome las decisiones que requiera para el mejor desempeño de su labor.
Antes de dar el poder a la gente primero hay que detallar algunas acciones estratégicas:
1) Compartir información con el personal así los empleados entenderán mejor para involucrarse.
2) Crear reglas y procedimientos. Aquí el jefe debe primero de tener la disposición a compartir el poder y la toma de decisiones, aquí es muy importante la paciencia, acordemos que no todos aprendemos al mismo tiempo, cada quien tiene su curva de aprendizaje.
3) Definir con el personal aspectos como resultados a lograr, indicadores y metas.
Identifique bien a cada uno de su personal, realice este ejercicio en privado.
Si desea que su organización evolucione recurra al Arte de Delegar y si no sabe, pregunte.
Luis Gerardo Inman Peraldi
17/06/09
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