martes, 11 de agosto de 2009

¿EXISTE DUELO EMPRESARIAL?

¿Quién no ha caído hasta el fondo?

¿Cuántos lo han perdido todo o casi todo?

Son innumerables las situaciones en que te cambia el curso de tu vida, cuando pierdes algo o alguien.

Son reveses que da la vida, ya este escrito en el destino o propiciaste a estar cerca de ese riesgo.

El verdadero drama de los reveses no es que ocurran, sino el no saber reaccionar ante ellos.

Como ejemplo, en la disolución de una sociedad empresarialmente hablando, se ve claro que una parte sale adelante y a la otra le cuesta más trabajo, le costó más porque no tuvo un plan de acción que le ayude a salir lo antes posible y seguir adelante.

Hay que entender claramente lo que una persona pasa por estos momentos y aceptar esta fase que dicho por los amigos y de conocidos “No hay mal que por bien no venga”.

Hablando empresarialmente en el momento de la pérdida (temblor, inundación, robo, incendio), estas en shock y lo que viene a la mente es la negación; ¿porque a mí, no puede ser, no lo creo? Viene después el enojo, la ira, seguido llega la fase de la culpa, el repartir la culpa. Después llega una faceta que es imprescindible llegar, es la tristeza.

Y es muy valido decir “Si, estoy triste” y vamos a salir adelante.

Y finalmente llega la aceptación, aceptar lo que paso.

Este es en pocas palabras el Ciclo del Duelo, hay que vivirlo, hay que sentirlo, saltarse estas facetas puede ser negativo.

Cuando enfrentas un revés, sea profesional, financiero o personal, lo más importante es retomar el camino lo antes posible.

No solo es la velocidad de reacción sino de tener clara la idea, es que paso y hacerse esta pregunta ayuda bastante.


¿Qué es lo peor que hubiera pasado? O en qué tiempo presente ¿Qué es lo peor que me puede pasar?

Es una buena medida para imaginar el “peor escenario” y prepararse para enfrentarlo, aunque sea muy poco probable que este ocurra.

Partiendo de ahí, solo es ver hacia adelante, tener la mente despejada, libre de tantos recuerdos y salir a la acción.

Visualizar hacia donde quieres llegar, que es lo que quieres hacer o tener en corto, mediano y largo plazo.

Tener fe, tener esperanza de que se obtenga, que se va a lograr ese proyecto.

Todos los días recordártelo, lo voy a lograr, lo voy a conseguir; tener la imagen mental, escríbela, descríbela, dibújala o ten físicamente una foto en tu escritorio, en el refrigerador, en cualquier lugar para que siempre lo tengas presente.

Es agotador soportar un revés y sacarlo adelante, mas sin embargo, obsesionarte por un acontecimiento puede hacer que descuides otras responsabilidades.

Hay que darle el justo lugar a la perdida, de lo contrario con tantas cosas que hay que hacer, perjudicas a tu salud y a la familia.

Lo que viene, me conviene...

Luis Gerardo Inman Peraldi
11/08/09

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