Ya pasaron algunos años y México sigue ni bien, ni mal.
Ni bien, porque caminamos muy lentos y sin cuidar nuestra riqueza como el mar, los bosques, el agua y el campo que sin tecnificar esperan que llueva.
Ya no tenemos tantas reservas de energéticos y las que existen ya requieren inversión y tecnología y las que estamos encontrando, están más profundas.
Descuidamos nuestra industria pesquera somos de los países con más litorales y con menos consumo de productos del mar percapita.
México es la sexta nación con más sitios incluidos en la lista de Patrimonio Mundial, 29 sitios, y la primera en América Latina.
No hemos podido capitalizar estos tesoros culturales a diferencia de Italia (44), España (41), China (38), Francia (33) o Alemania (33), que ha sido su carta de presentación y generando grandes recursos vía turismo.
El pasado de México hoy requiere creatividad para promoverlo, requiere responsabilidad tal es el caso de la zona arqueológica como la Venta, Tabasco.
No hay nada original salvo lo que está enterrado.
En México existen 42 mil sitios arqueológicos registrados; de ellos, 175 están abiertos al público; 110 mil monumentos que tienen valor histórico y tenemos 30 pueblos como mágicos por su riqueza cultural.
Desde el punto de vista Económico, México ha perdido atractivo para las inversiones, la falta de investigación, profesionales capacitados, empresarios innovadores e inversionistas con visión de futuro.
Este escenario se agrava con tantos trámites y burocracia del Gobierno.
Según el reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMBO), México sigue perdiendo posiciones en los listados.
Ahora ocupa el lugar 32 del índice de 48 economías (estaba el 30) por debajo de Brasil, Panamá, Grecia, Chile y Polonia. El resultado todavía es peor en el ranking Internacional Doing Business 2009, del Banco Mundial (BM), que incluye 181 países: México ocupa la posición 56 en lo que se refiere a la facilidad para hacer negocios (cayo 14 posiciones desde el 42 en 2008); el número 115 en cuanto a facilidad para abrir nuevas empresas, 141 en cuanto a flexibilidad laboral y 149 respecto a la dificultad y tiempo necesario para pagar impuestos.
Y ya no quiero caer en pesimismo y como dijo Calderón: “Hablar mal del País para muchos es un esfuerzo cotidiano”.
Y ni vamos tan mal como algunas Naciones que me sorprende como puede vivir el empresario y la misma empresa.
Platicando con un Director de una empresa Trasnacional ubicada en Venezuela me comenta que México está en la gloria comparado con “ellos” veamos porque:
Para que una empresa pueda pagar su deuda a sus proveedores del extranjero, requiere comprar US Dólar y se tiene que esperar hasta 1 año si lo hace de la forma legal, de lo contrario tendrá que comprar dólares en el mercado negro a 3 veces su valor.
Se impuso un programa de capacitación en las empresas establecidas en Venezuela que cada semana el obrero tiene derecho a capacitación 8 hrs y como no se le puede pagar hrs. extras, hay que contratar más personal y que por cierto no aprenden nada.
Si una empresa tiene una demanda laboral y no puede facturar, queda paralizada hasta que no finiquite esta demanda.
¿Así que estamos mal comparados con?
¿Y estamos bien comparados con?
Luis Gerardo Inman Peraldi
08/09/09
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