En días pasados tuve la
oportunidad de platicar con los vendedores de mi empresa, en el estado de
Guerrero; han recorrido la mayoría de los municipios del estado. ¡Sí que son
valientes! Y además audaces, ya que por los problemas de violencia no es seguro
circular por las carreteras con retenes no oficiales por todos lados.
Obviamente las preguntas
recurrentes en este tipo de retenes son: ¿A dónde van?, ¿De dónde vienen?, ¿A
qué se dedican? Y hacen una revisión total del vehículo.
Por el giro de la empresa, no han
tenido problemas en los retenes, pero se sienten inseguros en los mismos y con
miedo. Esto es solo un mínimo ejemplo de cómo impacta la inseguridad entre
nuestros colaboradores. Nada comparable con otras empresas que les roban los
camiones y su mercancía, les queman las tiendas, obviamente después de
saquearlas.
¿Qué hacemos los empresarios ante
estas circunstancias? Lamentablemente preferimos en muchas ocasiones cerrar
nuestros establecimientos ante la constante inseguridad y violencia.
¿Y los empresarios cómo podemos
hacer la cultura de la paz? Obviamente en las empresas en el tema de la
interacción humana el que no se respeten las necesidades básicas de los
colaboradores (como sentirse valorado, escuchado y respetado), pueden
desencadenar problemas de incomodidad e inclusive episodios de violencia.
Nosotros los empresarios así como
un grupo de organizaciones, universidades y gobierno, estamos promoviendo una
cultura de paz, bajo la perspectiva de la empresa hay dos enfoques:
·
El que nos toca de responsabilidad social que
tiene que ver con acciones y apoyos que las empresas debemos dar a todo aquello
que promueva la paz social y una difusión sistemática de cuáles son los
componentes de una cultura de la paz. Cultura de la Paz no solo es ausencia de
conflicto, guerra o ausencia de violencia. Es una forma de vida que permita a
las personas en su contexto social y en el medio en que se desenvuelva por un
lado; respetar a los demás seres vivos, humanos y no humanos, y
responsabilizarse de lo que nos toca hacer.
Además
propicia un ambiente que permite el buen desarrollo social que es directamente
relacionado con el desarrollo económico y empresarial.
·
Por otro lado, hacia dentro de las empresas,
debemos de promover entre nuestros colaboradores formas de convivencia pacífica
y sustentada en valores. Es decir, promover los conceptos básicos de vivir,
bajo una cultura de paz. Esto brindará concordia y confianza interna.
Sra. y Sr. Empresario, seamos un
agente que no solo vive bajo los preceptos de una cultura de paz, sino que
además los promueve y divulga en su entorno cercano.
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