Dependiendo
de las circunstancias, en la vida empresarial aquí en México, la mayoría de las
empresas son constituidas por socios; situación muy común en Latinoamérica.
Cabe
señalar que según la LGSM (Ley General
de Sociedades Mercantiles) establece que hay socios capitalistas y socios
industriales, obviamente el capitalista es quien aporta bienes o dinero, el
socio industrial aporta servicios, conocimientos técnicos, científicos o
artísticos;
En otras palabras el socio industrial debe de aportar un valor
agregado que hará que el negocio tenga un verdadero diferenciador y que sacará
adelante la sociedad.
Cuantas
anécdotas tenemos de amigos que se hicieron socios saliendo de la Universidad porque
se caían bien, porque encontraron algo en común o porque compartieron el valor
de la confianza. Desafortunadamente muy pocas sociedades de este tipo
sobrevivieron.
Otro
tipo de socios son los familiares, ya sea con alguien mayor de la familia que debido
a que creció tanto la empresa, invita a participar a los familiares que aportan
talento.
Por
cierto hay un estudio sensacional por parte de 2 académicos de la Universidad
de las Américas Puebla (UDLAP) Jorge Duran Encalada y Juan Manuel San Martin Reyna
en donde afirmar que el 83% de las empresas en México son familiares y aportan
el 53% del Producto Interno Bruto (PIB).
Las
sociedades empresariales son como un matrimonio, inician por conocerse,
demostrando lo mejor de cada uno, viene la luna de miel y lo siguiente puede
ser de felicidad o una verdadera pesadilla y más cuando los dos quieren mandar,
porque no puede haber 2 cabezas en una sola empresa. Uno de los socios deberá tomar
el rol de la operación, de la gestión y el otro en ventas u otro departamento que
agregue valor y que sean complementarios.
La pregunta para cualquier
socio, ya sea por invitación o por sucesión familiar es: ¿Qué expectativa
tienes del socio? y al revés ¿qué expectativas tiene el socio que entra?
Dentro
de los muchos ingredientes que se necesitan para llevar una buena sociedad, están
los valores de respeto y confianza y sobretodo que desde un inicio se plasmen
por escrito las funciones, responsabilidades, deberes, % de acciones, cuánto y cuándo
retiran utilidades, sus derechos; que si auto, gasolina, viáticos, seguro de
gastos médicos, etc., inclusivo por si hay una separación debemos establecer un
esquema de salida que no perjudique a la sociedad.
Las
tres acciones que los socios no deben perder del radar son:
- Mantener la competitividad comercial
- Dar continuidad a la empresa
- Y sobre todo: Generar riqueza
Sra. y Sr. Empresario si usted eligió a un socio o le toco por sucesión familiar, la única solución es formalizar en la empresa un proceso de institucionalización.
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