En mis inicios de emprendedor, tenía la necesidad de ser escuchado y recibir retroalimentación de cómo estaba cada mes el negocio, me sentía solo ya que mis compañeros de universidad estaban como colaboradores en empresas corporativas, muy pocos amigos tenían negocios más pequeños que el nuestro, en aquel entonces no estaba afiliado a cámaras empresariales, no tenía un espacio para poder evaluar si estaba haciendo bien o mal mi papel de gerente y además no tenía equipo directivo propio.
Así que decidí nombrar a dos proveedores / amigos como consejeros, cada mes les presentaba mis estados financieros, mis planes y acciones en una cena en un restaurante, funciono bien al inicio, ya que no teníamos idea lo que significaba un verdadero consejo consultivo. Lo que si me quedaba claro es que quería dejar de ser un changarro.
Un changarro es un conjunto de personas apoyando al fundador a gestionar tareas, pero sin compromiso de obtener resultados.
Existe una falsa creencia que el emprendedor o gerente debe de llevar todo el control del negocio. Entre el año 5 y 10 de haber iniciado el negocio, es el momento de departamentalizar y paralelamente llevar un proceso de profesionalización, en cualquiera de las modalidades ya sea comercial, industrial o de servicios y además de ser micro, pequeño o mediano.
Un buen inicio de querer profesionalizar la empresa es el de constituir un consejo consultivo, bajo la tónica de que el empresario reconozca que sus habilidades son limitadas y requiere apoyo de expertos en donde esté más débil, o no tenga conocimientos. Por lo tanto, el consejo lo debe guiar para enriquecer sus perspectivas y resolver los problemas.
El consejo consultivo proporciona asesoramiento al empresario sobre cómo alcanzar objetivos estratégicos y apoyarlo en el desarrollo de su organización.
El compromiso va en 2 sentidos, el del consejo consultivo es dar a conocer:
1) Compromisos del dueño del negocio.
2) Compromisos del consejero.
Los compromisos del dueño del negocio están en:
• Estar abierto a recibir consejos.
• Proporcionar información, sin ocultar datos.
• Dar seguimiento y cumplimiento de las acciones que surjan en cada sesión (1 al mes).
Compromisos del consejero.
• Mantener la confidencialidad.
• Expresar opiniones profesionales y éticas al dueño del negocio.
• Hacer cuestionamientos que hagan sentir incomodo al dueño del negocio.
Tu empresario que me escuchas o lees, ¿estas decidido a transformar el negocio para que delegues, tengas continuidad, crezcas y generes riqueza?
No hay comentarios:
Publicar un comentario