Existen amenazas externas en el
ámbito Empresarial que no se pueden controlar, algunas de ellas son ocasionadas
por la naturaleza, los llamados “Actos de Dios” por nuestros vecinos del norte
estos pueden ser desde inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas,
tormentas de nieve, de granizo, huracanes, tornados, etc.
Se requiere de una gran expectativa
para poder “protegerse” de estos Actos de Dios haciendo adaptaciones e
invirtiendo para que aguanten en la medida de lo posible, ejemplo: construir
cerca de la playa o en los lechos de los ríos.
Ante la fuerza de la naturaleza cuando llega con potencia no hay nada que hacer solo sentarse a llorar después de que paso, y si contabas con un seguro con cobertura en estos temas te pueden resarcir en porcentaje del daño.
Mi estimado lector, el tema no está enfocado al seguro, el tema central es más allá de las pérdidas económicas y lo describiré a continuación:
Hace algunos años, en la población de Jojutla en el Norte de Veracruz, en la región denominada La Huasteca hubo una inundación terrible, el río que pasa por el pueblo se sale de su cauce y desborda.
Con muchos años de esfuerzo un médico veterinario decide establecerse y fundar su propia empresa sobre unas de las vialidades importantes de Jojutla, todos sus ahorros los invirtió en equipar su Veterinaria, entre sus activos más importantes y valiosos eran las vacunas, mismas que estaban en un refrigerador especial de gran tamaño.
El Dr., cuando le avisaron que el rio se desbordo, lo primero que pensó fue en su pequeño negocio, como pudo llego al sitio ya con el agua a las rodillas pudo abrir la cortina metálica mientras pensaba como rescatar sus vacunas, de repente: como si fuera una escena de película, la fuerza del agua rompió la cortina y en menos de un minuto la misma fuerza del agua vacio literalmente su veterinaria, el Dr., como pudo se colgó de una trabe y así espero horas y horas hasta que vio que alguien en una lancha pasaba por la calle convertida en canal de 2 mt de profundidad pidiendo auxilio, el lanchero lo rescato. El Dr., atemorizado y lamentándose por la pérdida de su refrigerador y su contenido le pidió al lanchero que fueran a buscar el refrigerador y si lo encontraban le daría una compensación en dinero.
El Dr., se sentó en la parte delantera de la lancha para tener una mejor visión para localizar sus pertenencias, en el transcurso de un tiempo el Dr., se dio cuenta que el lanchero empezó a gritar mencionando nombres, el Dr., le pregunto ¿Qué pasa? Estoy buscando a mi esposa e hijos respondió con tristeza el lanchero, así como tú buscas tus pertenencias, yo trato de encontrar los cuerpos de mi familia que el rio se los llevo.
Muchas veces creemos que tenemos problemas grandes y se nos cierra el mundo cuando tenemos algún problema económico en la empresa, y ante situaciones imprevistas fatales como las descritas que ya no hay solución.
Partamos siempre que las situaciones adversas económicas tienen solución tarde o temprano!
Luis Gerardo Inman Peraldi
24/09/2013
Ante la fuerza de la naturaleza cuando llega con potencia no hay nada que hacer solo sentarse a llorar después de que paso, y si contabas con un seguro con cobertura en estos temas te pueden resarcir en porcentaje del daño.
Mi estimado lector, el tema no está enfocado al seguro, el tema central es más allá de las pérdidas económicas y lo describiré a continuación:
Hace algunos años, en la población de Jojutla en el Norte de Veracruz, en la región denominada La Huasteca hubo una inundación terrible, el río que pasa por el pueblo se sale de su cauce y desborda.
Con muchos años de esfuerzo un médico veterinario decide establecerse y fundar su propia empresa sobre unas de las vialidades importantes de Jojutla, todos sus ahorros los invirtió en equipar su Veterinaria, entre sus activos más importantes y valiosos eran las vacunas, mismas que estaban en un refrigerador especial de gran tamaño.
El Dr., cuando le avisaron que el rio se desbordo, lo primero que pensó fue en su pequeño negocio, como pudo llego al sitio ya con el agua a las rodillas pudo abrir la cortina metálica mientras pensaba como rescatar sus vacunas, de repente: como si fuera una escena de película, la fuerza del agua rompió la cortina y en menos de un minuto la misma fuerza del agua vacio literalmente su veterinaria, el Dr., como pudo se colgó de una trabe y así espero horas y horas hasta que vio que alguien en una lancha pasaba por la calle convertida en canal de 2 mt de profundidad pidiendo auxilio, el lanchero lo rescato. El Dr., atemorizado y lamentándose por la pérdida de su refrigerador y su contenido le pidió al lanchero que fueran a buscar el refrigerador y si lo encontraban le daría una compensación en dinero.
El Dr., se sentó en la parte delantera de la lancha para tener una mejor visión para localizar sus pertenencias, en el transcurso de un tiempo el Dr., se dio cuenta que el lanchero empezó a gritar mencionando nombres, el Dr., le pregunto ¿Qué pasa? Estoy buscando a mi esposa e hijos respondió con tristeza el lanchero, así como tú buscas tus pertenencias, yo trato de encontrar los cuerpos de mi familia que el rio se los llevo.
Muchas veces creemos que tenemos problemas grandes y se nos cierra el mundo cuando tenemos algún problema económico en la empresa, y ante situaciones imprevistas fatales como las descritas que ya no hay solución.
Partamos siempre que las situaciones adversas económicas tienen solución tarde o temprano!
Luis Gerardo Inman Peraldi
24/09/2013
Emotiva reflexión.
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