Definitivamente el apego o el amor
que siente un empresario por su empresa es válido expresarlo en similar
sentimiento a un ser querido; para muchos puede ser como si fuera su hijo.
En este mismo sentido, en esta
colaboración veamos como una empresa homologado a un hijo en el sentido que los
dos tienen en común algo más de las siguientes etapas de su vida: nacen, crecen, se reproducen y mueren.
Primero iniciemos con un paso antes
del nacimiento: La concepción,
después de varias ideas, conceptos, sueños, inclusive sentimientos, surge la
unión entre capital y trabajo
Dando ese paso placentero viene un
periodo de: Gestación, donde
los sueños se aterrizan y se convierten en acción, se plasman en un papel las
cuestiones del que, como, cuando, con quien, donde y cuanto.
Es obvio que esta nueva concepción
queremos que nazca en el mejor lugar, en la mejor zona comercial o industrial,
que también puede ser oficina o taller, inclusive con emoción se le asigna que
nombre va a llevar, primero se da a conocer su nombre de pila, el oficial mismo
que quedara asentado en su acta legalmente, en algunos casos, será más conocido
en el resto de su vida por su nombre de cariño o apodo.
En este periodo de gestación, es
primordial que cuente con todos los elementos necesarios para que se forme bien
y completo, que no muera antes de nacer, que no se aborte el proyecto antes de
la apertura.
Llego el tiempo de nacer, se da el espacio de abrir
las puertas, de la apertura, y el verdadero momento mágico se produce cuando
llega la primera venta, hay un grito de júbilo el cual la empresa expresa a los
competidores: ¡Ya llegue, aquí estoy!
Para muchos recordar el momento de
la primera venta en años anteriores ponían a la vista el primer billete bajo el
vidrio del mostrador o inclusive en un cuadro colgado junto con el santo de su
devoción.
Sigue un periodo muy complicado en
sus dos primeros años de vida, tan difícil que de cada 10 empresas que nacen
solo dos logran sobrevivir.
En este periodo hay que estar muy atentos
a sus necesidades, identificar que le duele, arroparlo, vacunarlo contra muchas
amenazas que lo pueden debilitar.
Desde el inicio siempre ser firme y
disciplinado, enseñarle que se valga por sí mismo, si vemos que flaquea
llevarlo con el especialista, con el consejero para que lo revise, que le haga
un diagnostico y así le de su receta para que le administre dosis adecuadas de
capacitación y de capital si fuese necesario.
También se puede dar una etapa de
rebeldía sobre todo en el crecimiento en ventas, como le va muy bien puede
empezar a gastar más de lo que entra, le gustan las cosas buenas; carros, viáticos,
viajes, etc.
Cuidado que no crezca con malos hábitos
que después sean vicios que a corto y mediano plazo pueda afectar tanto lo que
pueda ser causa de males irreparables.
Ya en plena etapa de crecimiento nunca debe de estar
aislado, conocer a sus homólogos, no debe de faltar el verse bien, lucir
siempre con su mejor cara, con sus mejores galas, siempre limpio, ordenado y
constantemente con cambios de look para estar siempre atractivo.
En esta época se puede enamorar de
otras cosas, de otras líneas de negocio que lo llevaran a la distracción y si
encuentra algo mejor adelante, si no solo se desubica, pierde tiempo y dinero.
Ya con sus productos estandarizados
y los procesos establecidos, llega a decidir si se reproduce abriendo otros puntos de venta o sucursales, si se
queda en un solo punto no tiene problema del que dirán!
También tiene sentimientos, le
invade la nostalgia y quiere continuar, asegurarse que si el Fundador no está
quiere seguir en vida, así empieza a aprender con una herramienta que se llama
Gobierno Corporativo, que le asegurara que las siguientes generaciones trabajen
en el mismo negocio que lo vio nacer, en otras palabras, quiere la continuidad.
Sin embargo, no todo es eterno y
algún día tiene que preparar su retirada del mercado, perdió su vitalidad en
sus ventas, pierde productividad y llega el momento de cerrar, de sentir dolor.
Pero a diferencia de los humanos,
las empresas pueden morir,
pero siempre tienen la esperanza de volver, de renacer!
Luis
Gerardo Inman Peraldi
12/11/2013
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