Los imprevistos pueden generar
estrés, también pueden generar cambios que nos harán ser más precavidos, sin embargo,
los imprevistos nos suceden a todos, lo único que no sabemos es ¿Cuándo?
Los imprevistos los tenemos
siempre y nos suceden sorpresivamente, no tienen aviso.
Lo imprevisto es lo contrario de
lo previsto.
Cuando más estás en movimiento,
entre más dinámico eres, más posibilidades hay de tener imprevistos. Los
imprevistos cotidianos nos hacen sentir que no tenemos control sobre lo que va
a suceder, y obviamente nos cambian quizás hasta la forma de ver y vivir el día
y por lo tanto la agenda, ante esto es la habilidad de cada quién de hacer un
esfuerzo para volver a tratar que las cosas marchen de la mejor manera posible.
¿Entonces los imprevistos traen
grandes lecciones? Obviamente si estamos en una zona de confort, está claro que
podemos poner en práctica el famoso plan B.
El plan B, se sugiere que sea
como plan descrito o un quién va a solucionar el imprevisto. El plan B deberá
de tener ingredientes importantes para que realmente pueda funcionar bien:
·
Recursos.
Físicos, contar
con algo que sustituya.
Económicos, ese
colchón económico que podemos tomar, para cuando se requiera y suceda un
imprevisto.
·
Autoconfianza.
El saber que con
la experiencia vas a salir delante de la circunstancia que no estaba planeada.
El saber que tienes una mente amplia para ver en tu archivo de soluciones cuál
aplicar.
·
Enfoque.
Ante lo
impredecible, siempre reina la confusión; salen muchas propuestas, alternativas,
puntos de vista, etcétera. Es aquí Sra. y Sr. Empresario, cuando hay que tener
una mira telescópica y enfocarse a resolver y tratar de volver a la normalidad.
·
Rapidez.
Factor clave
para poder reaccionar en tiempo. Existen momentos, segundos, para poder tener
decisiones rápidas y efectivas.
Los imprevistos no tienen fecha,
sin embargo son de alguna manera previsibles, algunos ejemplos:
·
Si tienes automóvil y es tu herramienta de
trabajo, contrata un seguro para este.
·
Si eres un profesional que vive por lo que
haces, por tu cabeza y manos, prevee con un seguro de invalidez.
·
Si estás consciente que una enfermedad te puede
llevar a la quiebra, contrata un seguro de gastos médicos.
“La vida nos toma desprevenidos y
nos obliga a caminar hacia lo desconocido cuando no queremos, cuando no lo
necesitamos” Paulo Coelho.
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