En la actualidad los
empresarios, dueños o directores tenemos síndrome de soledad, si así como lo
ve, aun estando rodeado de tanta gente, colaboradores, socios, incluso
proveedores; Es sabio y no hay conflicto de intereses el abrirse, el compartir
temas que no dominamos con un mentor que es el experto en el tema, con el
podemos platicar abiertamente, rebotar ideas, consultar decisiones para tener
mejores resultados.
Generalmente lo hacemos con
el amigo que está en situaciones similares a las que estamos pasando, sin
embargo el amigo tiene su óptica muy particular; Un mentor es quien sabe y se
ha preparado profesionalmente para ser empático, llevar un plan en tiempo y
forma, con la capacidad de poder aterrizar tantas ideas.
El rol del mentor es tan
importante como el empresario lo quiera ver, si el director o empresario no lo
toma en serio, sólo se quedara en la primera o segunda junta.
El punto mi estimado lector,
es darle seguimiento hacer la tarea, el mentor no llega con la barita mágica y
de la noche a la mañana puede cambiar.
Preferible es enfocarse en
pocos problemas para clasificarlos y darle prioridad a los más importantes
según sea el caso.
Un punto importante de
mencionar es que ¡el mentor cuesta! Ya sea por honorarios, por proyecto, por
día, por hora, pero considerar que no es gratis; sin duda, es hacer el
esfuerzo.
Por otro lado y en sentido
opuesto tú también puedes ser mentor, no importa tu grado de estudios o
formación empresarial en años de experiencia, es poder trasmitir a un
emprendedor con ideas claras la mejor manera y forma de poder avanzar en menos
tiempo.
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