Tenemos muchas cosas en común los países que conformamos Latinoamérica.
Sus culturas precolombinas, tan importantes como las más avanzadas del
mundo en su época, que ante los conquistadores españoles y portugueses, terminaron
por imponer su religión e idioma dando origen a un mestizaje cultural muy
diverso, desde México hasta la Patagonia.
Culturas milenarias mesoamericanas, culturas que sorprendieron al mundo
por su organización y esplendor como los Aztecas, culturas por su conocimiento
en astronomía como los Mayas, hasta
culturas andinas caracterizadas por su autosuficiencia en medio de las montañas
totalmente aisladas como los Incas en Machu Pichu, por cierto, ciudad a la que
nunca llegaron los españoles, afortunadamente.
Tiempo después de la conquista, en casi todas las regiones, surgen
lideres para promulgar la independencia en la misma época, llegaron nuevos
líderes con ideales de crear países independientes;
Muchos de ellos enfrentándose a un alto rezago económico, social y
político.
Movimientos que ocasionaron revoluciones, múltiples golpes de estado y que
tuvieron graves conflictos económicos-políticos.
En algunos países de Latinoamérica siguen presentándose guerrillas y
terrorismo que imponen miedo y que han desprotegido la sociedad de todos los
derechos básicos para los ciudadanos.
Desafortunadamente en Latinoamérica, existe el común denominador más
cruel para el crecimiento; la corrupción, en mayor o menor intensidad es una
práctica cotidiana dando como resultado impunidad e inseguridad.
Los conquistadores vinieron en busca de oro, pelearon a muerte con los
pobladores indígenas y ahora los gobernantes toman el dinero del pueblo a manos
llenas.
Será, ¿qué los países de Latinoamérica tienen tanta riqueza que no se
termina?
Sin duda Latinoamérica es una de las regiones del mundo con mayor
biodiversidad, riquezas naturales, culturas y tradiciones excepcionales por la
calidez de su gente, así como una gastronómica diversa y deliciosa.
En la parte empresarial desde mi experiencia en cualquier parte del
mundo si nos encontramos con otro latinoamericano, nos conectamos instantáneamente
con ellos, y es que compartimos un sentido de humor muy especial. Compartimos el
mismo idioma con acentos diferentes, en general hemos pasado por cosas muy parecidas.
Muchos países compartimos el problema de la violencia, que para suerte
de algunos países ya pudieron dar paso al turismo que hoy es destino favorito
de europeos, norteamericanos y asiáticos.
Confió que en México, la violencia pasará en breve, para recibir a
millones de turistas que nos darán crecimiento y sustentabilidad económica.
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