Cuando era estudiante de ingeniería, deseaba y anhelaba
conocer a un empresario y a una empresa de mi sección.
En la universidad, en esos semestres de preparación, me sentía aislado del mundo empresarial, en otras palabras, no conocía una empresa mediana o grande en donde al salir de la carrera pudiese conseguir trabajo. Necesitaba saber qué pasaba en el mundo real de la producción, de la administración y de distribución de las ventas entre otros departamentos.
Afortunadamente en los últimos semestres nos llevaron a visitar fábricas.
Desde mi óptica de estudiante de último semestre me enamoré más de mi carrera y me dio ilusión que un día sería socio o dueño de una empresa de manufactura.
En la actualidad hay más oportunidad de vinculación universidad-empresa, sin embargo, con frecuencia, no se realiza tan adecuadamente y por diferentes razones.
- El empresario no conoce las bondades que significa acercarse con la universidad, simplemente por compartir información de la empresa hacia los alumnos y en el mismo sentido, el empresario no está familiarizado con los procesos administrativos universitarios, que suelen ser diferentes a los empresariales.
- Por otro lado, la universidad no hace el esfuerzo
suficiente para acercarse a los empresarios. Muchas instituciones se limitan a
las prácticas profesionales.
Cuando una universidad se vincula con la empresa genera
innovación, desarrollo y transferencia tecnológica.
El personal académico se enriquece con lo que está pasando en la industria, permitiendo adecuar y actualizar los planes de estudio de acuerdo con las demandas y necesidades reales del sector productivo.
Cómo empresario hemos abierto las puertas de nuestra empresa a todas las universidades y en lo personal cuando fui presidente del consejo de la escuela de negocios y económica de la UDLAP promovimos “la empresa en tu aula”, que se refería a llevar empresarios a compartir su experiencia, no solo cómo se formaron, también comparten sus problemáticas y fracasos con los estudiantes.
Equivocarse y fracasar es parte del proceso, los exitosos inventos más exitosos nacieron de ello, así que si cometes uno o más errores no te des por vencido, mejor cuestiónate y actúa, lo mejor de todo ello es que aprendemos en cada paso, no nos demos por vencidos.
En otro formato con el Tecnológico de Monterrey firmamos un convenio denominado: socios formadores. Un programa en donde recibimos propuestas de solución innovadoras ante una problemática y la función que deseamos mejorar. Esto nos lleva a acceder al talento estudiantil como fuente de reclutamiento.
“La Vinculación
empresa - universidad es la mejor vía para compartir experiencias con conocimiento”.
En la universidad, en esos semestres de preparación, me sentía aislado del mundo empresarial, en otras palabras, no conocía una empresa mediana o grande en donde al salir de la carrera pudiese conseguir trabajo. Necesitaba saber qué pasaba en el mundo real de la producción, de la administración y de distribución de las ventas entre otros departamentos.
Afortunadamente en los últimos semestres nos llevaron a visitar fábricas.
Desde mi óptica de estudiante de último semestre me enamoré más de mi carrera y me dio ilusión que un día sería socio o dueño de una empresa de manufactura.
En la actualidad hay más oportunidad de vinculación universidad-empresa, sin embargo, con frecuencia, no se realiza tan adecuadamente y por diferentes razones.
- El empresario no conoce las bondades que significa acercarse con la universidad, simplemente por compartir información de la empresa hacia los alumnos y en el mismo sentido, el empresario no está familiarizado con los procesos administrativos universitarios, que suelen ser diferentes a los empresariales.
El personal académico se enriquece con lo que está pasando en la industria, permitiendo adecuar y actualizar los planes de estudio de acuerdo con las demandas y necesidades reales del sector productivo.
Cómo empresario hemos abierto las puertas de nuestra empresa a todas las universidades y en lo personal cuando fui presidente del consejo de la escuela de negocios y económica de la UDLAP promovimos “la empresa en tu aula”, que se refería a llevar empresarios a compartir su experiencia, no solo cómo se formaron, también comparten sus problemáticas y fracasos con los estudiantes.
Equivocarse y fracasar es parte del proceso, los exitosos inventos más exitosos nacieron de ello, así que si cometes uno o más errores no te des por vencido, mejor cuestiónate y actúa, lo mejor de todo ello es que aprendemos en cada paso, no nos demos por vencidos.
En otro formato con el Tecnológico de Monterrey firmamos un convenio denominado: socios formadores. Un programa en donde recibimos propuestas de solución innovadoras ante una problemática y la función que deseamos mejorar. Esto nos lleva a acceder al talento estudiantil como fuente de reclutamiento.
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