Hace unos días me contacto un empresario con el que tenía tiempo de no coincidir para platicar y recordé que hace 20 años lo impulse para que se independizara de donde estaba trabajando como colaborador, dio las gracias a sus patrones, se presentó conmigo y me dijo: ya soy libre, empiezo con mi empresa. Lo felicite y por fortuna le pude apoyar para que tuviera en firme su primera venta fuerte, misma que fue suficiente para despegar, y ahora ser un empresario fuerte que se mantiene a pesar de la pandemia.