Hace unos días los empresarios Laura Cortez y Alejandro Valdez creadores de Innovarte, cuyo objetivo es: ayudar a los Directores Generales a profesionalizar su negocio y multiplicar su libertad, me invitaron como consejero a su sesión mensual de consejo de Master Mind donde participan varios empresarios y se presentan dos casos de ellos.
Muy interesante fue ver como el empresario está dispuesto a compartir su información, su estrategia, sus oportunidades y por supuesto sus dolores. Como consejero invitado, mi rol fue señalar las áreas de oportunidad y como mejorarlas.
Al inicio de la sesión de consejo hubo una presentación de cada empresa, el común denominador fue que la mayoría se trataba de empresas familiares. De acuerdo con la “Encuesta de empresas familiares 2021 de PWC” 9 de cada 10 empresas en México son familiares, México ocupa el quinto lugar en el mundo con más empresas familiares según Business Families Foundation (BFF), y el país que más empresas familiares tiene es Estados Unidos de Norteamérica. Sólo 30 de 100 empresas familiares sobreviven al cambio de la primera generación a otra y de esas, sólo 5 llegan a la tercera generación.
La preocupación de cómo manejar al hermano, al papá, a la tía, se detonaron en sus áreas de oportunidad, mi sugerencia es que sigan en el proceso de institucionalización para que el desempeño de cada familiar sea medido por sus índices de desempeño y otras herramientas administrativas. Pasando a otro tema que me llamo la atención, fue cuando observe en los números de un empresario ya consolidado y en pleno crecimiento, la falta de apalancamiento, en otras palabras, trabaja con sus propios recursos y el de sus proveedores. No cuenta con líneas de crédito bancarias y mi sugerencia fue que si realmente desea crecer debe utilizar un crédito bancario, cumplir en tiempo y forma, sobre todo debe dar un destino específico al crédito que haya solicitado.
Finalmente, en la exposición de otro empresario, percibí que además de ser el Director General, es responsable de mover todo el negocio y le externe la siguiente pregunta: Dime dentro de una escala del 1 al 10 ¿Qué tanta dependencia tiene la empresa del Director General?, su respuesta fue: totalmente dependiente, y agregue otra ¿Qué le pasaría a la empresa si algún día faltaras?
Es una situación complicada, cuando el socio fundador que tiene la mayoría de las acciones no delega, da como resultado que además de ser el hombre orquesta, no cuenta con la calidad de vida de Director General, entre otros inconvenientes para la empresa.
Mi empresario exitoso, son retos que hay que vencer en la medida que se da el crecimiento, sin embargo, con asesores y consejeros adecuados, es más fácil caminar en el proyecto de institucionalizar la empresa y no ser parte de las estadísticas.
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