En alguna de estas tardes agradables con una temperatura ideal para tomar algo refrescante me cite con un amigo que me mostro orgullosamente los productos que están fabricando, el de profesión Abogado y su hermana Doctora en Ciencias Químicas.
Con gusto me mostro su producto principal: un pequeño recipiente con crema facial, poco conocedor en el giro de las cremas, me dijo que su formula está probada y garantiza que las arrugas de la cara disminuyan!
A manera de validar el efecto de las propiedades y bondades de la crema que escasamente tiene dos meses de fabricarla y envasarla, me mostro una foto de el mismo y me dice con orgullo: observa mi foto y checa las “bolsas” que están en la parte inferior de mis ojos y ahora ve como usando mi crema desaparecieron en forma notoria, validándolo en ese momento observando su rostro ciertamente rejuvenecido.
En mi imaginación, mientras me seguía dando detalles de la crema facial como que está hecha con hidratantes especiales que lo pueden usar personas con piel delicada que sufren de alergias, la misma crema no tiene conservadores y además inolora, dentro de mi mente yo ya veía su producto como si fuera un comercial televisivo de acuerdo a todo lo que estaba escuchando!
Regresando a la realidad lo bombardea con más de 15 preguntas, y la primera, ¿en qué etapa se encuentra?, y me dice orgullosamente que está en la etapa de pruebas! Desesperadamente le dije que pruebas si ya las tienes!
Mis siguientes preguntas fueron con respecto al diseño del envase, marca, logo y por lo mismo me contesta, espera; “estoy en etapa de pruebas”, irónicamente le conteste “y”…
Tienes que invertir en la construcción de la marca y para eso tienes que pagar al mejor despacho de Mercadotecnia que hay en la región, no te limites económicamente, haz realmente un esfuerzo e invierte lo suficiente para que en términos de mercadotecnia desde un inicio nazca el producto con nombre y apellido, que lo caracterices y lo visualices en las principales tiendas departamentales compitiendo con las grandes marcas! En un tono melancólico me argumenta:
No tengo el suficiente dinero destinado a como tú quieres que empiece esta aventura.
En base a esta respuesta, le lance una pregunta obligatoria a los emprendedores, como mi amigo.
¿Quieres y puedes? Me contesto, si quiero, pero no puedo porque no tengo el capital.
En un tono efusivo le di las siguientes respuestas sin importar el orden de importancia solo orillándolo a obtener capital para emprender el negocio:
-¿Tienes algún familiar que te pueda prestar y que le garantices que le puedas dar más interés que lo que recibe de su inversión a plazo en el Banco?
-Vende tu auto y con ese dinero empiezas, paralelamente sacas otro a 24 meses sin intereses.
-Hipoteca tu casa.
-Otra alternativa de obtener capital, busca un socio.
-Y como último recurso, acércate a tu banco y pide un préstamo.
A todos estos cuestionamientos me dio una negativa!
Mi siguiente pregunta fue: entonces dime ¿cómo y en qué tiempo quieres hacer una empresa?
Sra. y Sr. Emprendedor, entiendo que no es fácil empezar un negocio, ni tampoco tomar opciones de obtener capital, y menos en este país que no hay Banca de Desarrollo, lo que si entiendo es que si un emprendedor no toma riesgos y no visualiza a corto, mediano y largo plazo, esta posible empresa pagara los costos en dos puntos:
• Vulnerabilidad (que no se hagan las cosas bien y a la primera).
• Y tiempo (que transcurran años y que no se consolide como una empresa que genere utilidades fuertes para crecer).
Luis Gerardo Inman Peraldi
23/04/2013
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