lunes, 23 de septiembre de 2019

Es momento de pedir ¡Ayuda!



La mayoría o mejor dicho casi todos los empresarios, en las últimas décadas no habíamos sentido esta sensación de incertidumbre política y económica, conforme pasa el tiempo se ha vuelto una constante preocupación.

En algunos empresarios es muy común escuchar estas frases:

  • “Si pudiera vender mi empresa, sin duda la vendería”
  • “Por el momento no voy hacer inversiones”
  • “Me voy a esperar, el panorama no está alentador”


Y así, muchas conjeturas y lamentos se escuchan en las mesas de negocios, con clientes y proveedores.

Los modelos de negocio de las empresas se han puesto a prueba como nunca antes para mantener la competitividad comercial, la continuidad del negocio, pero sobre todo la generación de riqueza. En consecuencia los Directores Generales, socios, fundadores o dueños de PYMES estamos preocupados por dar un enfoque de crecimiento solo a las ventas a cualquier precio.

“Vendemos a quien se pueda o se deje”

A este ritmo y por obtener los flujos de efectivo para soportar la operación del negocio, nos vamos convirtiendo en responsables de todos los procedimientos, subsidiando las responsabilidades del equipo gerencial.

Sra. y Sr. Empresario si usted siente que la organización de su empresa tiene 2 de estos 3 síntomas:

  • No tiene la suficiente capacidad para distinguirse ante sus clientes, o no tiene un verdadero diferenciador ante su competencia.
  • Si usted como Director General no tiene la capacidad de gestión para poderse ausentar 2 meses, ya sea por vacaciones u otra razón.
  • Si como Director General o dueño de su empresa, no tiene el control del negocio y al término del ejercicio anual tiene resultados negativos en sus estados financieros.

Entonces, usted está en graves problemas

Y si además, siente que no le da tiempo porque tiene que resolver todo, se queda más horas de lo debido, cuenta con una alta carga de estrés, que todo tiene sentido de urgencia, que se siente el bombero que apaga fuegos por todos lados y además que no hay dinero que le alcance para pagar a sus proveedores y a su personal.

El resultado mi estimado empresario, siento decirle, que le falta una verdadera planeación estratégica que le permita seguir en el mercado y seguir generando riqueza sustentable.
De lo contrario si usted no cuenta con un poco de humildad y no pide ayuda a un mentor o consejero, su empresa es o seguirá siendo un “changarro”.

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