martes, 14 de diciembre de 2010

NO ES LO MISMO EQUIPO DE TRABAJO, QUE TRABAJO EN EQUIPO

¿Qué tan difícil es trabajar en equipo en tu empresa?

No porque tengas un grupo bien coordinado ya es trabajar en equipo o porque se “lleven bien” ya es un equipo.
“Un equipo es un conjunto de personas que realiza una tarea para alcanzar resultados”.
Existen dos conceptos importantes de aclarar:
Equipo de trabajo y Trabajo en equipo.

-Equipo de trabajo, es el conjunto de personas asignadas o auto asignadas, de acuerdo a habilidades y competencia específicas, para cumplir una determinada meta bajo la conducción de un coordinador.

-Trabajo en equipo, refiere a la serie de estrategias, procedimientos y metodologías que utiliza un grupo humano para lograr las metas propuestas.

Esta definición es la más apropiada y real para una empresa, lo importante de este punto es la comunicación entre el grupo y sobre todo que “todos” los que integran tengan un buen sistema de comunicación para que a la vez “todos” lo bajen a el resto del personal.

¿De qué sirve si solo un grupo selecto conozcan las estrategias, procedimientos y metodologías?

Cito una fábula...

-Fábula de la tortuga y la liebre
(Versión corregida y aumentada)

¿Recuerdas la fábula?

Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién es más rápida.

Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera.

Eligieron una ruta y comenzaron la competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo.

Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.

Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.

Pero la historia no termina aquí:

La liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido.
Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.

Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.

Pero la historia tampoco termina aquí_

Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente.
La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río.

Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba “¿qué hago ahora?”, la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.

Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saben nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primero.

Pero la historia tampoco termina aquí:

El tiempo pasó y tanto compitieron la liebre y la tortuga que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo.

En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente, la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.

Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.

La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos… ¡y obtenemos mejores resultados!

Luis Gerardo Inman Peraldi
14/12/2010

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