martes, 12 de noviembre de 2013

LA EMPRESA COMO UN HIJO



Definitivamente el apego o el amor que siente un empresario por su empresa es válido expresarlo en similar sentimiento a un ser querido; para muchos puede ser como si fuera su hijo.
En este mismo sentido, en esta colaboración veamos como una empresa homologado a un hijo en el sentido que los dos tienen en común algo más de las siguientes etapas de su vida: nacen, crecen, se reproducen y mueren.

Primero iniciemos con un paso antes del nacimiento: La concepción, después de varias ideas, conceptos, sueños, inclusive sentimientos, surge la unión entre capital y trabajo

Dando ese paso placentero viene un periodo de: Gestación, donde los sueños se aterrizan y se convierten en acción, se plasman en un papel las cuestiones del que, como, cuando, con quien, donde y cuanto.

Es obvio que esta nueva concepción queremos que nazca en el mejor lugar, en la mejor zona comercial o industrial, que también puede ser oficina o taller, inclusive con emoción se le asigna que nombre va a llevar, primero se da a conocer su nombre de pila, el oficial mismo que quedara asentado en su acta legalmente, en algunos casos, será más conocido en el resto de su vida por su nombre de cariño o apodo.

En este periodo de gestación, es primordial que cuente con todos los elementos necesarios para que se forme bien y completo, que no muera antes de nacer, que no se aborte el proyecto antes de la apertura.
Llego el tiempo de nacer, se da el espacio de abrir las puertas, de la apertura, y el verdadero momento mágico se produce cuando llega la primera venta, hay un grito de júbilo el cual la empresa expresa a los competidores: ¡Ya llegue, aquí estoy!

Para muchos recordar el momento de la primera venta en años anteriores ponían a la vista el primer billete bajo el vidrio del mostrador o inclusive en un cuadro colgado junto con el santo de su devoción.

Sigue un periodo muy complicado en sus dos primeros años de vida, tan difícil que de cada 10 empresas que nacen solo dos logran sobrevivir.
En este periodo hay que estar muy atentos a sus necesidades, identificar que le duele, arroparlo, vacunarlo contra muchas amenazas que lo pueden debilitar.

Desde el inicio siempre ser firme y disciplinado, enseñarle que se valga por sí mismo, si vemos que flaquea llevarlo con el especialista, con el consejero para que lo revise, que le haga un diagnostico y así le de su receta para que le administre dosis adecuadas de capacitación y de capital si fuese necesario.

También se puede dar una etapa de rebeldía sobre todo en el crecimiento en ventas, como le va muy bien puede empezar a gastar más de lo que entra, le gustan las cosas buenas; carros, viáticos, viajes, etc.
Cuidado que no crezca con malos hábitos que después sean vicios que a corto y mediano plazo pueda afectar tanto lo que pueda ser causa de males irreparables.

Ya en plena etapa de crecimiento nunca debe de estar aislado, conocer a sus homólogos, no debe de faltar el verse bien, lucir siempre con su mejor cara, con sus mejores galas, siempre limpio, ordenado y constantemente con cambios de look para estar siempre atractivo.

En esta época se puede enamorar de otras cosas, de otras líneas de negocio que lo llevaran a la distracción y si encuentra algo mejor adelante, si no solo se desubica, pierde tiempo y dinero.

Ya con sus productos estandarizados y los procesos establecidos, llega a decidir si se reproduce abriendo otros puntos de venta o sucursales, si se queda en un solo punto no tiene problema del que dirán!

También tiene sentimientos, le invade la nostalgia y quiere continuar, asegurarse que si el Fundador no está quiere seguir en vida, así empieza a aprender con una herramienta que se llama Gobierno Corporativo, que le asegurara que las siguientes generaciones trabajen en el mismo negocio que lo vio nacer, en otras palabras, quiere la continuidad.

Sin embargo, no todo es eterno y algún día tiene que preparar su retirada del mercado, perdió su vitalidad en sus ventas, pierde productividad y llega el momento de cerrar, de sentir dolor.



Pero a diferencia de los humanos, las empresas pueden morir, pero siempre tienen la esperanza de volver, de renacer!

Luis Gerardo Inman Peraldi
12/11/2013

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